lunes, 26 de noviembre de 2007

Uruguay al mundo



Sobre la participación de Uruguay en la XXI Feria Internacional del Libro en Guadalajara;

Hace aproximadamente una semana que me encuentro en la ciudad de Guadalajara, México por motivos laborales. Al llegar me contaron que iba a tener la oportunidad a partir del 24 de noviembre de concurrir a la segunda feria del libro más grande del mundo la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, mejor conocida como FIL. La misma tiene como tradición invitar a un país diferente por edición al que se le dedica toda la semana, con actividades literarias específicas dedicadas al mismo, un stand especial que abarca gran parte de la misma y conciertos gratis en la noche con músicos del país homenajeado que este año fue Colombia.

El mismo día de la inauguración, leyendo el diario “Público” de México, me encuentro con un pequeño articulo bajo el titulo de “Uruguay buscará ser invitado FIL” y cito textualmente: “Uruguay tiene una meta: ser el país invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en alguna edición cercana. Por esta razón, Álvaro Rizo, presidente de la cámara Uruguaya del Libro, buscará entrevistarse con las autoridades del encuentro librero, quienes también han manifestado su interés en esta reunión. Italia será el país invitado en la próxima edición… el presidente de la Cámara uruguaya del libro vendrá a Guadalajara con un catálogo integrado por lo títulos mas recientes de más de 80 editoriales del país sudamericano. Además, debido al interés del ser uno de los países invitados a la FIL, el organismo uruguayo ha seleccionado para esta edición del encuentro lo mas representativo de su industria editorial, con títulos que abordan temáticas como demografía, economía, cultura, sociedad, gastronomía, ciencia y tecnología, política, derecho, salud, educación entre otros temas… estos son algunos de los 500 títulos que representan a Uruguay en la vigésimo primera edición de la FIL”.

Dicen que del dicho al hecho hay mucho trecho y la verdad es que en este caso se aplica a la perfección. El domingo 25 de noviembre me decidí a ir con una amiga a visitar la FIL y me encontré con un predio gigantesco con áreas editoriales que abarcan desde lo infantil, pasando por lo educativo, periodístico, a todo tipo de literatura que uno pueda imaginar y más.

La feria consta desde grandes a pequeñas instalaciones pero con un color y atractivos pocas veces vista. Nuestro recorrido duro 5 horas y creo que al final ya pasábamos por algunas editoriales sin prestar demasiada atención debido al cansancio acumulado.

Pero lo que me llevó a escribir esta carta es la siguiente “anécdota”. Mientras estábamos en el área internacional mi amiga me dice “mira… un libro sobre Uruguay” cuando nos acercamos nos dimos cuenta que sobre una mesa habían varios libros de Uruguay… levantamos la vista para constatar si era el stand de Uruguay y nada, ni un cartel, ni un póster, ni nada, al costado derecho en una pared se podía leer un pequeño cartel que decía “Cámara Uruguaya Del Libro”. A todo esto mi amiga quería saber si había algún libro sobre carnaval uruguayo, al preguntar constatamos que las dos personas que estaban al frente del stand eran mexicanos y no tenían ni la mas pálida idea de Uruguay y menos de su literatura, “no, no hay libros de carnaval” le contestaron. Bueno, nos pusimos a ver los libros que estaban arriba de esas dos mesas y por supuesto que encontré por ahí escondidos varios libros de carnaval. Pero lo peor es que para ver todos los libros nos tuvimos que tirar literalmente al piso porque a una gran cantidad de ellos los tenían amontonados bajo las mesas… ese stand era una mezcla de libros de cocina, historia, poesía, narrativa y todos lo que uno se pudiera imaginar sin orden alguno.

Igualmente aquí no termina el relato ya que durante nuestra breve estadía en “Uruguay” paso una persona y preguntó cuanto valía un libro y la respuesta fue 450 pesos mexicanos, unos 900 pesos uruguayos, en una feria que se destaca por vender los libros más baratos que en librerías. Para marcar un estándar una novela en la editorial Planeta pocas veces superaba los 300 pesos mexicanos.

Mientras me alejaba del Stand uruguayo, de ese desorden de libros perdidos en un lugar que no invita a nada, sin ningún cartel, mapa, o música alguna que identificara de que se trataba, sentí una tristeza mezclada de rabia porque creía estar saliendo del peor stand de toda la feria y recordaba ese articulo que había leído el día anterior.

Yo me pregunto, ¿Como Uruguay pretende ser país anfitrión de la FIL cuando ni siquiera sabe como hacerse conocer adentro de ese “monstruo” de feria? No se realmente la cantidad de dinero que cuesta el alquiler del Stand, o el envió de libros, etc.… pero no creo que incremente mucho más enviar una persona a atender el mismo, ordenarlo un poco, colgar algún cartel, mapa, poner música o lo que fuere. Nadie va a buscar nuestro stand por pura motivación personal… somos un país pequeño que necesita promocionarse a través de su cultura… sobre todo respetándola….

En fin… les dejo aquí la dirección Web de la FIL http://www.fil.com.mx/ para que puedan constatar de que se trata dicha feria. No se bien quien es el culpable de que esto pase, no se si es una mala jugada que le hizo la FIL a la Cámara Uruguaya del Libro o un desinterés total desde el lado Uruguayo.